(She's been living in her white bread world

... as long as anyone with hot blood can.)

Santificaré el vino y el pan cada noche,
agradeceré las gotas, el hielo y el trueno.

Me acordaré de las cosas. Los brazos, las manos, las cosas.
Te tendré muy cerca del pecho, del cuello y de las sienes,
pero aprenderé por una vez a volar lejos del suelo
a caer sin llorar, a llorar salado y fresco, sin lamentar la caída.

Sentiré tu sonrisa cada noche antes de dormirme,
libraré el insomnio.

Te daré toda mi vida en la paz de mi saliva.

Seré tuya, seré tu vida.


(no sé por qué se me ocurrió esto, pero tenía que escribirlo de algún modo o de otro).