Si tu boquita fuera...

Hoy me desperté con esa canción sonando clara y guapachosa en mi cabeza, así como así. ¿Hay algo más absurdo que en plena mañana lluviosa -garúa para ser exactos, porque no alcanza a ser lluvia; y la palabra chipi-chipi se me hace extremadamente ridícula- ande yo con la cumbia por dentro?

Siempre despierto de modos insospechados. A veces con una preocupación profunda e infundada que desaparece conforme desayuno. Otras tantas, después de haberme ido a dormir con una feroz pesadumbre, llorando o enojada, despierto con una sensación de que nada ha pasado. Absolutamente nada, ni siquiera recuerdo por qué estaba tan perturbada la noche anterior.

Me pregunto a donde carajo me voy cuando sueño? por qué cambio tanto de un día para otro?

Quisiera poder ir a esas ciudades oníricas a voluntad (o bueno no, porque la voluntad le quita todo lo espontáneo y sorpresivo al asunto), pero bueno al menos poder eliminar de mi ruta de una vez por todas el gris pueblo de la preocupación, ir más seguido a la villa de la cachondez y los sueños eróticos, visitar la zona de la verdad y las revelaciones de vez en vez (digo no es para que cada amanecer tenga yo una epifanía) y al de las aventuras y las cumbias ir unas cuantas veces por semana, para divertirme nomás.

De todos modos, al formarse el día se va nivelando el estado de ánimo y uno se mimetiza poco a poco con el medio, diluyendo en el día la sensación del despertar. Por ejemplo ahora suena una aburridíiiisima versión instrumental, digna de ascensor, de "La otra tarde vi llover..." y pues eso le quita lo jacarandoso a cualquiera.

En otro orden de ideas, dejo esta imagen que dice más que 2 palabras. Bueno no, en realidad no dice nada, pero me gusta moochhoo como se ve el cuello de Ed Norton de perfil en esa imagen, ah y la peli que me encanta toda toda, The painted veil, o Al otro lado del mundo, como le pusieron en este lado del mundo. Cuac.