Oye

Oye. Tienes algo ahí, ajá sí es como un... mm no sé parece como chocolate. A ver. Sí sí es chocolate. Bueno y además que hace rato que quería tocarte, es que tu boca. Es tan perfecta. En lo que dice y en lo que calla, es totalmente hermosa, no sé. Es como si algún día yo hubiera soñado una boca -la he dibujado tantas veces- y de repente esa boca se concibe y nace y crece y se instala en tí para hablarme.

Para mirarme cuando le hablo desde mi vientre, para verme entera: todo en tí me mira, desde tus ojos placenteros, tu nariz divina, y tu boca, dios, tu boca que me sigue observando, y al hacerlo me llama como no te haces una idea. Necesitaba tocarla, quiero sentirla. Saborearla. Tu sabor es como tu esencia; me hueles rico, me vas a saber mucho más rico.

Oye. Ven.